A escasa distancia de Fontibre, lugar donde el rio Ebro comienza su largo recorrido hacia el Mediterráneo, se extiende hoy una gran masa de agua: El Embalse del Ebro o Pantano de Arija Desde mediados del siglo XX las aguas del Ebro, que ocupan este espacio entre Burgos y Cantabria, se encuentran reguladas y han conformado un entorno de gran valor ambiental, lo que motivó su declaración como Refugio Nacional de Aves Acuáticas.
Los pequeños pueblecitos ubicados en la ribera del pantano forman uno de los paisajes más pintorescos, a menudo cubierto por la nieve, donde es fácil ver caballos pastando o numerosas especies de aves.
La zona constituye un escenario natural y paisajístico de enorme riqueza, ideal para todo tipo de deportes de aventura , además de contar con la única estación de esquí de la región, Alto Campoo.
El aspecto es el de un gran lago que se extiende de este a oeste a lo largo de 22 Km., rodeado de prados, bosques de robles y montañas.
La mejor manera de conocerlo es hacer una ruta en coche (moto, bici o andando) bordeando todo el pantano. Son unos 60-70 kilómetros.
*** INFORMACIÓN de la CASA RURAL***
Para ver el mapa, la situación y en que estado se encuentra el pantano visitar esta página:
http://www.embalses.net/pantano-221-ebro.html
Partimos desde Bezana dirección Santander, en Cillerueo de Bezana, nos desviamos hacia Arija (zona de playas, baños y deportes náuticos). La iglesia actual, que data del siglo XVI, tiene tres naves y unas hermosas bóvedas de crucería. Presumiblemente su construcción supuso el abandono y la ruina de la antigua iglesia románica, cuyos restos se pueden ver aún en una casa del barrio de arriba.
A partir de aquí seguimos bordeando el pantano, el primer pueblo al entrar a Cantabria es Bimón, desde donde se observan magníficas vistas del pantano del Ebro. La iglesia parroquial, bastante reformada, conserva portadas del siglo XVI.
Siguiendo la carretera llegamos a Llano, pueblo situado a 847 m de altitud. De su patrimonio destacan una buena iglesia parroquia del siglo XVII, hecha en piedra de sillería y con portada decorada. Junto a ella crecen un tejo y un haya monumentales.
Continuamos y pasado Renedo nos encontramos con una de las estampas más conocidas del municipio, la torre de la desaparecida iglesia de Villanueva que emerge de las aguas del pantano, hoy sólo queda en pie el campanario. La imagen de la torre rodeada por la aguas es típica, y ha recibido el nombre de la catedral de los peces. La iglesia se construyó hacia 1890, con la llegada del ferrocarril de La Robla.
Las piedras se traían de una cantera cercana, en La Riva, las piedras de los cimientos, de unos 500 kios cada una, eran bajadas en «corzas» arrastradas por bueyes. Las «corzas» son una especie de armaduras o trineos de madera para transportar grandes pesos, como piedras o troncos. Al construirse el embalse se anegaron siete pueblos de este municipio y del de Campoo de Yuso. La Torre de tres alturas con forma octogonal y construida en piedra de sillería, puede verse cuando baja el nivel de las aguas. Hace poco las han rehabilitado y con una pasarela se puede visitar su interior.
Seguimos hasta llegar a Arroyo y atravesamos a presa. Y enseguida encontraremos un desvío a la izquierda que nos conduce a el Santuario de Montesclaros, que se encuentra en un alto a 950 metros sobre el nivel del mar. El Monasterio de Nuestra Señora de Montesclaros, barroco-montañés del XVII, alberga a la patrona de la Merindad de Campoo, que despierta gran devoción en la zona. Fue construido, a partir de una iglesia rupestre y conserva un retablo del XVIII. El monasterio alberga una cueva, cueva de la Virgen, en el fondo de sus instalaciones, que pudo haber sido habitáculo de ermitaños desde los origenes del cristianismo en la zona. En una cueva anexa, existe un altar del Siglo IX.
Volveremos a coger la carretera del pantano hacia Reinosa y llegamos a Retortillo donde sobresalen las ruinas romanas de Julióbriga, uno de los principales asentamientos romanos presentes en el territorio cántabro.
Los restos fueron declarados Bien de Interés Cultural en 1985. Junto a los vestigios de la antigua ciudad romana se halla la Domus, un centro de interprestación construido conforme al alzado de una de las villas que se alzaban en Juliobriga.
También en Retortillo se localiza la iglesia románica de Santa María, un templo del siglo XII, declarado Bien de Interés Cultural en 1993. Las ruinas apenas dejan entrever la que fue la mayor y más importante de las ciudades romanas en Cantabria. Se estima que las excavaciones solo nos dejan admirar un cinco por ciento de lo que fue una ciudad de al menos 20 hectáreas. En la actualidad, sobre las propias ruinas está levantado el pueblo de Retortillo.
Continuamos hasta Reinosa, que es el centro administrativo y económico de la comarca de Campoo-Los Valles. Las Fachadas del edificio de «La Casona» y el Templo parroquial de San Sebastián son bienes de interés cultural, dentro de la categoría de monumento.
Retomamos la vuelta hacia Corconte por la carretera CA-171. Corconte alberga en el edificio de las antiguas escuelas el “Centro de Interpretación” del Embalse del Ebro. Contiene las maquetas originales del Ingeniero Manuel Lorenzo Pardo, el ingeniero que proyectó el Pantano en 1913. El balneario de Corconte, que ya pertenece a Burgos, donde podemos disfrutar de los servicios del balneario o simplemente tomar un café, ya que merece la pena visitarlo.
Llegaremos a un cruce, tomaremos dirección Burgos por la carretera nacional 623 y finalizaremos nuevamente en Bezana.
Los amantes de la ornitología deben saber que es un espacio natural protegido con las figuras de LIC y ZEPA